El vínculo paterno bajo la mirada de la descodificación biológica emocional

El vínculo paterno es fundamental en la vida de todo ser humano, porque aporta identidad, límites y seguridad. Por la memoria arcaica, el padre es el proveedor, es el éxito profesional.

Así como la madre representa la abundancia, el padre a la seguridad. Su ausencia provoca una carencia vinculada a la energía del trabajo, la profesión y la utoridad.

“El padre es una figura muy importante, que nos lleva a proyectar el vinculo -por ausencia o por presencia- en nuestras parejas, o como padres, y en aspectos de nuestra vida en los cuales podamos estar ejerciendo ese rol”, comenzó explicando Walter Bruno, profesor y terapeuta en Descodificacion Biológica Emocional en Inces Argentina, durante su entrevista en PyP Tv.

“Si bien hay una memoria arcaica que está empezando a cambiar, nuestra evolución biológica señala al padre como el cazador, el proveedor y el inconsciente todavía está marcado a fuego. Es muy importante ese vínculo por la relación y el lugar que le puedo dar a mi padre, y esto significa otorgarle un espacio en mi vida, como un igual (ni abajo, ni en un pedestal), porque luego seremos padres y el éxito profesional y mi carácter de proveedor tendrá que ver con el lugar que esa figure ocupe en mi vida”, ratificó.

¿Tiene incidencia que en mi árbol genealógico haya habido padres ausentes?

“Si en mi transgeneracional hubo un padre que murió, lo primero que tenemos que analizar es si cuando eso sucedió ese hijo habían alcanzado los 12 años de vida, y si ese padre murió o abandonó (que es la misma sensación) se invierte un código biológico, porque necesitamos a nuestros padres hasta esa edad, hasta donde no podemos defendernos solos; es decir que, si sobreviví a la muerte de mi padre es muy probable que cuando yo lo sea ese código biológico me mande a repetir la historia de ese ancestro. Por ello, es fundamental traer a la consciencia esa sensación de abandono y entender que, aunque ese padre abandónico no era consciente, en algún punto marca mi supervivencia porque alguno de mis ancestros sobrevivió a la muerte de su padre, que es un hecho biológicamente inverso, porque necesitamos a nuestros padres, al menos, hasta los 12 años. Si el niño sobrevive, habrá una tendencia a repetir el abandono, dependiendo de la afinidad con ese ancestro, marcada por la fecha de nacimiento, la fecha de concepción o el nombre que tenga en repetición con alguno de los antepasados”, preciso Wlater Bruno.

De aquí se desprende la trascendencia de hacer consciente la información que habita en nuestra historia, aún con ancestros a los que no conocimos pero a los que somos leales inconscientemente y, por ende, repetimos la historia sin poder darle un corte que salve a las generaciones venideras.

“Es comprender que me abandonaron, aunque yo no lo sepa”, añadió el entrevistado.

En este sentido, se refirió a Bert Hellinger (teólogo y espiritualista alemán, conocido por ser el creador de las constelaciones familiares, una hipótesis de terapia familiar en el contexto de la psicología sistémica que postula que los miembros de una familia se influyen recíprocamente en su salud y en su conducta y cómo se pueden descubrir y resolver dificultades generados por ella) indicando que la implicancia de nuestros ancestros puede alcanzar incluso la undécima generación “y si sacamos la cuenta nos vamos a encontrar con 2.200 abuelos en la undécima generación; quiere decir que cualquier cosa que haya pasado en mi clan incidirá en mí, debido a mi necesidad de pertenecer a él, lo que me vuelve leal, aún de manera inconsciente”, reseñó.

“Por eso es bueno descodificar, para poder comprender cómo funciona el sistema familiar y entender qué está pasando y qué puedo hacer para liberar hacia abajo”, enfatizó.

Así es como muchas personas buscan la manera de asimilar situaciones que se les presentan en la vida sin saber que el vínculo paterno es uno de los caminos para encontrar las respuestas.

 

 

A continuación, compartimos la experiencia narrada por Walter Bruno en una de las consultas por descodificación biológica emocional

“Hace un tiempo llegó a mi consulta una mujer que había nacido en la Rioja y dada en opción por su mamá, que la había concebido con quien entonces era su empleador. Se la entregó a un matrimonio de Córdoba que no podía tener hijos. Esta consultante quería saber por qué la habían abandonado y además estaba disconforme con su padre adoptivo, pues no era el padre que ella hubiera deseado. En el proceso de la consulta y la descodificación le pregunto si ella tenía conocimiento sobre si en el clan de su familia adoptiva había niños nacidos muertos, y había muchos: su padre adoptivo era el único hijo que había sobrevivido a dos muertes previas de hermanos, pero una línea más arriba había tres niños nacidos muertos, y una línea más arriba tres niños más nacidos muertos, por eso su papá no podía tener hijos, porque en ese clan los hijos nacen y mueren. Lo que le expliqué fue que del lado de su clan biológico, al que ella llamaba progenitores, debía incluirnos y darles un lugar. Esta joven estudia abogacía y tiene trabada su carrera. Su madre se llama Norma y ella estudia una profesión que tiene que ver con las leyes. Su madre violó una norma al tener un hijo con un hombre casado. Podemos decir que es el producto de una violación de normas y por eso tiene trabada su carrera; mientras ella no integre la figura de su padre biológico, no podrá acceder a ser una abogada. Miren hasta dónde es importante comprender y sanar este vínculo, entendiendo que ellos permitieron que viniera al mundo, cuando también podrían haber elegido abortarla, y que en algún punto su supervivencia la garantizaron. Al término de la consulta me preguntó qué podía hacer para integrar a su papá y a su mamá. El primer paso es poder nombrarlos; el segundo es ponerlos como iguales, sin juzgarlos, lo que implica que ni siquiera debamos perdonarlos. En ese momento me confesó que ella había tenido un aborto y dimensionó la importancia de poner a nuestros padres como pares, comprendiendo todas esas cosas que descansan en el árbol al que cada uno pertenece”.

 

Mirá el video

https://www.youtube.com/watch?v=n9ii6mpNmcE

 

¡Sumate!
Paola Ponroy
paola@pypnews.com

Deja una respuesta