La próstata es una glándula que forma parte del aparato reproductor masculino, una parte accesoria que cumple una función muy importante durante la vida sexual activa del hombre; y en la edad adulta esa glándula puede comenzar a aumentar su tamaño y pueden causar diversos tipos de patologías: benignas o malignas en la cual el cáncer de próstata es uno de los tumores más frecuente en los hombres después de los 75 años.
El crecimiento prostático -que suele ocurrir después de los 65 años- tiene más relación con los cambios hormonales que generan crecimiento y aumento de la glándula. “Por lo general este crecimiento es de características benignas, conocido como adenoma de próstata, en el cual muchos de nuestros abuelos o padres han sido operados porque ocasionan trastornos a nivel miccional”, precisó a PyP News el urólogo Daniel Rico (MP 7023).
“También, uno de los tumores más frecuentes en el hombre es el de cáncer de próstata, ante el cual con un simple estudio de sangre y un examen del urólogo puede ser diagnosticado precozmente, teniendo mejor calidad de vida”, agregó.
A partir de los 45 años es recomendable comenzar con el chuequeo preventivo, excepto que la persona tenga antecedentes familiares.
El análisis de sangre es uno de los elementos para el diagnóstico, pero sigue siendo de fundamental importancia el tacto rectal, porque de esa manera el urólogo tiene más noción de las características que puede tener algún nódulo. “Es el examen de sangre, la consulta y el estudio rectal”, sentenció Rico.
En este sentido, el médico urólogo subrayó que en los últimos 15 años creció el número de consultas de carácter preventivo.
“Los diagnósticos tempranos traer aparejado poder realizar tratamientos poco agresivos que permiten que la personas lleve una vida normal”.
Por otro lado, el profesional advirtió que durante la consulta indagara sobre su vida sexual del paciente, “porque la próstata también tiene incidencia en algunos cambios relacionados a la vida sexual activa; el crecimiento prostático puede generar algunos trastornos eyaculatorios y si logramos detectar patologías que pueden tener tratamiento mejoramos la calidad de vida”.
Los síntomas a los que hay que prestarle atención son todos los que están relacionados a la parte miccional: trastornos, aumentos de frecuencia, levantarse por las noches a orinar, disminución del calibre y chorro miccional, goteo terminal, orinar en dos tiempos son síntomas que se dan tanto para el crecimiento benigno, como el maligno. Y si no aparecen, igualmente es importante hacer un control anual de sangre y urológico para estar prevenido.
