Sabemos que una de las características del cerebro es ser ahorrativo, es decir que cuando aprendemos algo lo automatiza, pero hemos llevado este potencial a un extremo de vivir en modo piloto automático. Lo que significa que vives reaccionando de forma inconsciente ante lo que sucede en tu vida cotidiana. Parafraseando a Jung hasta que no hagas consciente lo inconsciente, éste último manejará tu vida y tú lo llamarás destino.
Básicamente, el modo piloto automático es la consecuencia de vivir en la ausencia de consciencia, perdiendo así la oportunidad de expresarnos con el alma conscientemente.
Vuelvo al concepto de volvernos reactivos en vez de creativos. Desde el hemisferio izquierdo, el lógico, generamos un estado de ondas cerebrales Beta que nos mantiene en ataque – huida los cual nos vuelve reaccionarios pues se activa un programa de supervivencia. El estado Alfa nos vuelve creativos en la acción. Mediante esta creatividad podemos liberar nuestro propio potencial para comenzar a hacer lo que vinimos a ser.
He aquí la importancia de sincronizar hemisferios, mantener la armonía interna a través de la interconexión de las lateralidades cerebrales.
En palabras de Jon kabat-Zinn: Cuando vivimos el momento presente somos capaces de conectar con un tipo de “inteligencia innata”. Para mi ésta inteligencia innata es el alma que surge al conectar con el lado derecho del cerebro, por donde, ingresa la energía que nos conecta con el cosmos.
La práctica formal de meditación Mindfulness en grupo y dirigida por un Instructor pueden hacerla una vez a la semana.
Ejercicio simple para la practiquen en sus hogares o trabajos. Léanlo y vayan dejando que el cerebro ejecute las órdenes que le damos
Body Scam o escaneo corporal 2 ó 3 minutos:
Centramos la atención en diferentes partes del cuerpo para liberar la tensión que hay en ella Cierra los ojos y disponte a relajarte. Llevamos nuestra conciencia a la respiración y en cada inhalación y exhalación vamos revisando nuestro cuerpo.
Ahora vamos a ir relajando cada parte de tu cuerpo físico, usando la respiración.
Inspira y lleva la respiración hasta tus pies. Al soltarla imagina que los pies expulsan toda la tensión muscular y se sueltan.
Hacemos lo mismo ahora con las piernas. Toma aire, llena tus piernas de aire y, al expulsarlo, imagina que se suelta toda la tensión retenida en tus piernas y que estas se relajan y se sueltan
Vuelve a inspirar y lleva ahora el aire hasta tus manos. Al soltarlo permite que se libere toda la tensión retenida en tus manos.
Respira y llena tus brazos de aire. Suéltalo y libera la tensión muscular de tus brazos, permitiendo que reposen ahora lánguidamente en el lugar donde se encuentran.
Vuelve a inspirar y llena tu cuerpo desde las caderas hasta el cuello e imagina que, al soltar el aire, liberas las tensiones retenidas en tus órganos y en tus músculos. Detente en esta zona para realizarlo tres veces.
Ahora toma aire y llena tu cuello y tu cabeza y al soltarlo imagina que se van fuera de ti todos los bloqueos, por las palabras no pronunciadas, por los pensamientos de baja vibración y su energía condensada. Los expulsas fuera de ti con el aire y vuelves a inspirar, una vez más, para llenar tu cabeza y relajar la musculatura.
Inspira profundamente y exhala imaginando que la respiración se lleva cualquier preocupación inquietud que te aparte de este momento
“Cada vez que te sientas perdido, alienado o separado de la vida o del mundo, cada vez que sientas desesperación, ira o inestabilidad, practica el regreso a tu hogar. La respiración consciente es el vehículo que utilizas para volver a tu verdadero hogar”.
Thich Nhat Hanh.
Ileana Alfaro
BioNeuroDescodificadora
Instructora de Meditación Mindfulness