A lo largo de la vida, el ser humano, en algún o varios momentos, se plantea interrogantes en torno a aspectos fundamentales como: ¿de dónde vengo?, ¿por qué estoy aquí?, ¿hacia dónde voy?
Estas preguntas se refieren al ser interno y a la propia conciencia. Por ello, la comprensión de la etapa prenatal puede traer cierta luz a estas cuestiones y la Técnica Metamórfica es una valiosa herramienta que nos conecta con la energía y conciencia de ese periodo vital.
Durante los nueve meses de gestación se establecen los potenciales de la vida humana y se ha descubierto que, mediante el trabajo sobre los reflejos espinales de los pies, las manos y la cabeza, es posible volver a reactivar dicho período de formación.
A través de esta técnica, la persona libera las energías que se encontraban obstruidas durante el período prenatal, favoreciendo con ello el proceso de curación de la mente, el cuerpo y el espíritu.
La Técnica Metamórfica fue diseñada inicialmente por Robert St. John, naturópata y reflexólogo inglés, en los años ´50; se sentía disconforme con la cura natural en general, porque había comprendido que somos nosotros quienes creamos el estrés que origina nuestras enfermedades.
Primero la acuñó con el nombre de Terapia Prenatal y posteriormente conocida como Masaje Metamórfico.
Consiste en aplicar suaves movimientos o caricias en las zonas correspondientes al reflejo de la espina dorsal en los pies, manos y cabeza, donde se supone que está integrada la estructura metafísica correspondiente a esos esquemas prenatales.
La forma de aplicarla es un toque suave, a modo de caricia que activa los sensores que tenemos por toda la piel y alrededor del cuerpo, en el campo energético que rodea al cuerpo físico. Es con el contacto que se produce la catalización, y con ella el despertar de la conciencia.
En esa época Robert St. John estaba tratando a una niña de 18 meses afectada con Síndrome de Down profundo. No conseguía resultados con la Reflexología y de repente sintió el deseo de acariciar sus pies; mientras lo hacía descubrió que la niña reaccionaba de forma diferente, observó que su mirada se transformaba, que empezaba a tomar consciencia y que se iba serenando. Siguió así durante varios días para observar las reacciones de la niña y se dio cuenta que sin proponérselo estaba produciendo una catalización vital en ella.
La Técnica Metamórfica no es una terapia o tratamiento, sino que funciona sobre la base de que cada uno de nosotros tenemos una capacidad interior de cambio hacia la plena potencialidad de lo que, como seres humanos, podemos llegar a ser. De la misma forma que una oruga se transforma en una mariposa, nosotros también podemos cambiar y crecer.
Los suaves masajes que se realizan guardan una directa asociación con la reflexología, “porque estamos trabajando en zonas reflejas de la columna”, precisó a pypnews Yanina Manavella, reflexóloga facial y facilitadora de la Técnica Metamórfica (@yanina_manavella) en @mandala.parana.
“En la Técnica Metamórfica hay un libre fluir de la energía y el propio cuerpo va a liberar ese proceso, va a trabajar en otros planos para soltar eso que se trae desde el útero materno”, precisó.
Con esta técnica el facilitador no necesita tener información previa de su consultante, “es más liberador, todo se entrega a la transformación, liberando cargas, energía o la cristalización que haya quedado plasmada en el cuerpo y no nos pertenece”, graficó.