Estresados, sedentarios y excesivamente conectados, es la conclusión del sondeo realizado por investigadores de la UCA entre niños y adolescentes entrerrianos, que ven trastocada su rutina por esta pandemia.
Lejos de convertirnos en una sociedad más igualitaria ante un virus que, más allá de sus actuales alcances, no distingue orígenes sociales esta situación amplía desigualdades materiales, sociales y simbólicas.
Transitamos un período de crisis e incertidumbre donde la gestión emocional de los adultos es fundamental para contener a los niños y adolescentes de la casa.
El cambio en la rutina también afecta a los animales domésticos, quienes pueden tener alteraciones en su salud y en su ánimo. Al mismo tiempo, hay recaudos que debemos tomar para evitar que puedan ingresar el COVID-19 al hogar.
