Hasta el momento, no hay datos con respaldo científico que puedan demostrar las consecuencias psicológicas que esta cuarentena generará en cada uno de nosotros.

No obstante, desde el Conicet (Organismo dedicado a la promoción de la ciencia y la tecnología en la Argentina) ya están trabajando en el tema y para ello elaboraron un cuestionario que están haciendo llegar a diferentes grupos para obtener información que permitirá tener datos más certeros.

Mientras tanto, millones de personas se encuentran en sus hogares, conviviendo las 24 horas con todos los integrantes de la familia, transcurriendo sus días en espacios comunes, a la espera de que se los saque de este adormecimiento en el que todos los días son iguales y las horas no corren a nadie.

En este escenario, más complejo para unos que para otros, hay niños y adolescentes que también son actores de una película que jamás imaginaron protagonizar, por ello el rol de los adultos es fundamental para sostenerlos en un proceso que no sabemos cuánto tiempo durará.

“En estas semanas lo que más resuena es el miedo, la falta de paciencia, la ansiedad y la incertidumbre; el temor de no saber qué va a pasar, hasta cuándo tendremos que permanecer así. Y todo esto sucede en el plano de los adultos, con niños y adolescentes que los escuchan y van tomando información y van viendo cómo se acomodan a esta realidad. Algunos preguntan, otras quedan en silencio y otros se manifiestan con conductas o emociones”, señaló a pypnews la licenciada en psicología Florencia Pereyra (MP 0623).

La profesional aseguró que momentos como este, lo que se vivencia, sobre todo cuando hay varios hijos, es el enojo y la rebeldía ante la cuarentena.

“¿Por qué no podemos salir, hasta cuándo vamos a estar encerrados?, es la inquietud que moviliza a los más chicos”.

El hecho de estar confinados provoca mayor irritabilidad, cambios de humor, miedo, más peleas entre hermanos, siendo estas algunas de las consecuencias que se van dando como resultado del momento que estamos viviendo.

“Al cambio de rutina hay que sumarle mayores recaudos que no teníamos incorporados y esto trae falta de paciencia e irritabilidad”, ratificó al entrevistada.

La pérdida de rutina genera desestabilidad en niños y adolescentes y provoca una confusión temporal, con pequeños que preguntan qué día es, debido a que no van a la escuela y se sienten perdidos.

En cuando al contacto con sus compañeros y amigos, los adolescentes corren con la ventaja de la tecnología que les posibilita verlos, escucharlos y jugar de una manera diferente. Pero los más chicos, pierden contacto y eso les provoca una sensación de pérdida que se manifiesta con llantos, miedos y hasta desesperanza.

“Ahí es muy importante el rol de los adultos, para ayudarlos a gestionar de todo esto; es fundamental tener una actitud positiva (no irreal) confiando en que se están dando todos los recursos para transitar esta situación que nos incluye a todos”, subrayó Florencia Pereyra.

¿Es necesario que tengan una rutina en estas circunstancias?, consultó pypnews.

“La rutina es necesaria, porque supone estabilidad, contención y puesta de límites, pero hoy eso implica mucho esfuerzo y es difícil llevarla a cabo”, apuntó.

“Armar una nueva rutina requiere de constancia y voluntad y para eso necesitamos cierta estabilidad emocional, porque son los adultos quienes las organizan y al haber tanta vulnerabilidad por lo que estamos pasando no hay ganas y muchas veces no se puede sostener porque, es un día a día. De hecho, hay muchos padres estresados por la demanda que están teniendo de la escuela, con trabajos prácticos y tareas y para hacer eso y cumplir con fechas se requiere de una rutina y en este contexto no sé si se puede gestionar y sostener. Se sugiere y se considera adecuado que haya una rutina, pero en la práctica no es siempre lo que se quiere, sino lo que se puede por el período de crisis”, evaluó finalmente Florencia Pereyra.

¡Sumate!
Paola Ponroy
paola@pypnews.com

Un comentario en «S.O.S! Niños y adolescentes en cuarentena»

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