La familia de las cactáceas es la más conocida de las plantas suculentas, aquellas que acumulan agua en los tejidos para adaptarse al hábitat donde se desarrollan. La mayoría de cactáceas o cactus defienden esa reserva de agua mediante espinas y, aunque se parezcan unos a otros, hay numerosos tipos y variedades.
Las crasas también son plantas suculentas, pero la reserva de agua que necesitan para vivir en ambientes secos y calurosos la suelen defender gracias a hojas dentadas, tallos en forma de aguijón o a savia irritante que segregan para impedir que algún herbívoro se aproveche del líquido guardado en el tallo.
¿Cómo cuidarlos?
1) Maceta: encuentren una que tenga un buen drenaje
2) Tierra específica: los cactus necesitan tierra que drene líquidos de forma rápida
3) Fertilizante: fertilicen semanalmente durante la temporada de crecimiento
4) Trasplante: pueden cultivar nuevos cactus partiendo de un brote de una planta saludable
5) Ubicación ideal: se debe ubican un espacio interno o extrno que brinde las condiciones ideales
6) Temperatura: los cactus se adaptan a ambientes diversos, especialmente cálidos
7) Ubicación: cerca de una ventana o en una zona que reciba mucha luz solar directa
8) Riego: los cactus necesitan una limitada cantidad de agua semanal