Para hablar de desintoxicación se suele utilizar el término americanizado détox, pero en Ayurveda se le dice Ritucharya, una palabra en sánscrito que significa: ritu, estaciones y charya, hábitos. Es, entonces, el cambio de hábito cuando comienza cada estación.

Teniendo nosotros cuatro estaciones marcadas, debiéramos hacerlo al finalizar cada una.

El ritucharya supone hacer una limpieza del organismo con lo que cargamos de la estación anterior.

“Porque en Ayurveda se considera que cuando uno comienza una nueva estación tiene que iniciarla con el cuerpo limpio”, explica a pypnews la terapeuta Ayurveda Guillermina Minicucci (@terapeuta_ayurveda_guillermina_minicucci).

Sabido está que Ayurveda aborda a la persona desde una mirada holística, por lo que la depuración tiene que ser del cuerpo, la mente y el alma.

“No sólo tenemos que deshacernos de las toxinas de nuestro cuerpo, sino también de las de nuestra parte sutil, limpiando la mente y el alma y para eso la mejor desintoxicación es la respiración consciente y la meditación, eso nos conecta con lo sagrado y es la mejor forma de limpiarnos”, arenga Minicucci.

Volviendo a la parte física, la propuesta de depuración es en base a la alimentación y las hierbas.

Comenzando con la primavera venimos acarreando toxinas del invierno, que es todo eso que nos sobra en el cuerpo y no fue eliminado. Eso que sobra es toxina.

Durante el invierno la naturaleza nos condiciona a que hagamos una acumulación de nutrientes para defender al cuerpo y que pueda resistir un invierno muy crudo.

Cuando se inicia la estación primaveral y las temperaturas comienzan a ser más elevadas, estas reservas hay que sacarlas, desprendiéndonos de los nutrientes que no fueron absorbido.

 

La depuración propuesta por Ayurveda para esta etapa del año en la que ingresamos a la primavera es la siguiente: consumir durante una semana verduras y frutas que hervidas o pre cocinas, o al horno, pero que no estén crudas. Nada crudo por una semana, tampoco carnes ni lácteos.

Se evitan las verduras crudas porque la celulosa está demasiado dura y las enzimas del estómago tienen que trabajar demasiado, si las hervimos hacemos que trabaje menos y la digestión se produzca más rápido.

La propuesta es consumir además mucho jugo de frutas y de verduras; té herbales, agua con limón y jengibre que ayuda a desintoxicar, té yogui que hidrata y ayuda a quemar la toxica del organismo (es muy sanador y desintoxicante y se prepara poniendo a hervir en medio litro de agua 1 estrella de anís, 5 pimientas negras, 1 cuadradito de jengibre, un poco de canela, 1 o 2 semillas de cardamomo y se puede consumir frío o caliente).

Las infusiones herbales sugeridas son té de bardana, de diente de león, ortiga, y todas las hierbas que sean de sabor amargo para ayudar a depurar el hígado, el estómago y los intestinos.

“Evitar tomar mucho mate, porque deshidrata y no es bueno para este proceso”, advierte la terapeuta Ayurveda.

 

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Teniendo esta alimentación durante una semana nuestro cuerpo se limpia y nos adaptamos fácilmente a la estación que sigue.

Si bien esta propuesta es para toda persona que transita de una estación a otra, Guillermina advierte que, si se es muy delgada se puede hacer por menos cantidad de días. “No es bueno exponerse al vacío y la languidez del estómago, sino escuchar y contemplar el cuerpo”.

Las personas que son de contextura física mediana, si pueden tolerar un poco más de los días de desintoxicación, mejor. Quienes son más robustos y corpulentos la van a llevar sin problemas, porque “tiene más reservas”.

Cada estación del año tiene su estilo de desintoxicación, la descripta es para ingresar a la primavera.

“No es para bajar de peso, sino para sacar las toxinas”, subraya la entrevistada.

“Cuando uno hace una desintoxicación así debe estar tranquilo, metido para adentro, meditando, respirando, no es un momento para estar para afuera sino reclutado para remover las cuestiones que la estación que pasó nos ancló y así poder sacarlas”, sugiere.

Una vez finalizado el período, se deben ir incorporando las proteínas de a poco, de manera progresiva en tres o cuatro días.

“Cuando terminemos con el proceso, debemos sacar la lengua y ver cómo se encuentra que debería ser de color rojizo, lo que demuestra que el organismo está limpio; cuando está blancuzca lo que hace es mostrar las toxinas en el cuerpo”, reveló Guillermina Minicucci.

 

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https://www.youtube.com/watch?v=sDZw7XbBB9c

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Paola Ponroy
paola@pypnews.com

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