Las hormonas son sustancias químicas producidas por glándulas. Actúan como mensajeros y afectan la actividad de otra parte del cuerpo. Dichos mensajeros suelen ser transportados por la sangre.
La glándula hipófisis tiene el tamaño de una arveja y controla la función de otras glándulas y secreta varias hormonas, como la del crecimiento y la estimulante del tiroides. La hipófisis está controlada por una pequeña región del encéfalo: el hipotálamo.
La hormona del crecimiento regula el crecimiento de los huesos y de los músculos y el desarrollo físico. Al respecto, la médica endocrinóloga pediatra Ángela Figueroa Sobrero precisó a PyPNews que la hormona del crecimiento es una hormona trófica cuya su función es la del crecimiento y por eso realizan tratamiento en niños con baja talla patológica.
“La hormona del crecimiento produce una redistribución de la grasa, por eso es habitual ver que los niños deficitarios en esta hormona tienen una distribución centrípeta (panza y tórax) y cuando comenzamos el tratamiento se redistribuye esa grasa”, detalló. Asimismo, hizo hincapié en que este déficit no implica una posible obesidad, sino una alteración de la distribución de la grasa. “Al niño hay que pesarlo, medirlo y ponerlo en la curva hecha por la Sociedad Argentina de Pediatría, y al mismo tiempo hay que observar la genética de los progenitores, que es la ruta dentro de la cual el niño tiene que crecer”, advirtió la profesional médica.
“Si el niño está por debajo de la ruta no tiene una talla normal, porque no es lo que heredó genéticamente y lo mismo sucede si los padres tienen una talla más baja. Hay patología que se heredan”, confirmó Figueroa Sobrero.
Consultada sobre los niños que nacen con bajo peso (menos de dos kilos y medio), la endocrinóloga pediatra subrayó que, por lo general, suelen tener hiporexia, es decir, poco apetito, “y los adultos insisten en darles comida sin saber que están violando el mecanismo inteligente de la saciedad; y lo que hacen es provocar en ese niño un sobrepeso a los 9 o 10 años de vida y es un camino sin retorno”, sentenció.
“Los niños con bajo peso tienen todos sus órganos más chicos y si les dan más comida de la que pueden asimilar hasta pueden generar un cuadro de diabetes, porque su páncreas es más pequeño. La hiporexia es un mecanismo de defensa”, aclaró.
La glándula tiroides está en el cuello, secreta hormonas tiroideas que controlan la velocidad de las funciones químicas o metabolismo de cuerpo. Estas hormonas afectan funciones vitales como la frecuencia cardíaca; el páncreas ayuda a controla la glucosa en sangre mediante la insulina, la que desplaza la glucosa desde la sangre hacia el interior de las células; la diabetes sucede cuando no se genera suficiente insulina para controlar el azúcar en sangre.
En tanto, hay dos glándulas suprarrenales una arriba de cada riñón, que secretan hormonas que ayudan a controlar la frecuencia cardíaca y presión arterial, mantener el equilibrio de líquidos y minerales, responder al estrés e infecciones.
Por su parte, los testículos y ovarios producen hormonas sexuales y las células reproductivas, bajo el control de la hipófisis. Los testículos producen testosterona y espermatozoides, mientras que los ovarios generan estrógeno y óvulos.
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