El ajo es uno de los antibióticos naturales más potentes.
De hecho, 100 gramos de ajo contienen 5% de vitamina B, 38% de vitamina C, 18% de calcio y 80% de magnesio.
Entre sus propiedades se destaca su función antibiótica, antioxidante, antibacterial, antiinflamatoria, antiviral y antimicótica.
El consumo diario de ajo disminuye el colesterol mal, previene enfermedades coronarias, fortalece el sistema inmune, elimina toxinas y líquidos retenidos.
La receta sugerida para consumir todos los días, preferentemente en ayunas es:
dos dientes de ajo picados y una cucharada de miel pura.
Tip: aplasten el ajo con un tenedor antes de consumirlos para que su ingrediente activo se potencie.