Si bien el laurel se ha utilizado tradicionalmente en muchas partes del mundo, no ha sido sino hasta tiempos recientes que sus propiedades medicinales han comenzado a estudiarse en profundidad.
De acuerdo a la mitología griega, Apolo, el dios de la luz, limpió su cuerpo con ramas de laurel después de matar a un dragón, por lo que se pensaba que las hojas de laurel protegían del mal y mostraban el futuro. De hecho, el famoso oráculo de Apolo, en Delfos usó los supuestos poderes proféticos del laurel y sus templos estaban decorados con las ramas de este árbol.
En la antigua Roma, los árboles de laurel se sembraban en pares para custodiar los santuarios, mientras que guirnaldas con sus hojas se usaban para honrar a gladiadores, soldados, atletas y poetas.
Estudios preliminares sugieren los siguientes beneficios del laurel:
Aliviar las molestias gastrointestinales. Se ha demostrado que las propiedades del laurel calman el malestar estomacal al reducir las contracciones intestinales, por lo que resulta particularmente útil para tratar la diarrea.
Calmar la tos. Las propiedades antiespasmódicas y antitusivas del laurel se han utilizado durante mucho tiempo como remedio para eliminar la mucosidad de las vías respiratorias en procesos infecciosos.
Las propiedades del laurel provienen del aceite volátil contenido en sus hojas, que se compone de diversos micronutrientes, entre los que destacan taninos y resina, además de terpenos, principalmente cineol.
Se ha demostrado que los extractos de hojas de laurel tienen efectos gastroprotectores, antibacterianos, antioxidantes y anticonvulsivos, que se atribuyen a una combinación de los principales compuestos del laurel; sin embargo, se requieren más investigaciones para determinar sus mecanismos de acción.
Las hojas de laurel también son ricas en nutrientes, tales como vitaminas A, B₆ (piridoxina), B₉ (ácido fólico) y C (ácido ascórbico), al igual que minerales como manganeso, hierro, potasio, calcio y fósforo. Se cree que todas estas sustancias contribuyen a los efectos digestivos de la hierba.
El laurel puede mejorar la digestión al ayudar en la descomposición y absorción de los alimentos.
Se pueden encontrar propiedades descongestionantes similares en el eucalipto y el mirto, mientras que el eneldo y el hinojo también ayudan a mejorar la digestión.
El laurel está considerado como seguro para consumo directo en formas culinarias. Sin embargo, el aceite esencial de laurel nunca debe consumirse por vía oral debido su riesgo de toxicidad.
Del mismo modo, las personas sensibles pueden experimentar una reacción alérgica, que generalmente se manifiesta como una irritación general de la piel después de la aplicación tópica de aceite de laurel de laurel, por lo que siempre debe diluirse adecuadamente antes de usarse.
Cómo consumir laurel
Aunque se usa más comúnmente con fines culinarios, la mejor manera de cosechar los beneficios del laurel para la salud es a través de preparaciones medicinales.
Fresco. Hojas de laurel pueden añadirse a una variedad de platos, como guisos y carnes, para darles sabor. Cuando se usa como especia culinaria, se dice que las propiedades del laurel ayudan en el proceso de digestión.
Infusión. Una infusión tibia de hojas de laurel puede aliviar las molestias estomacales y ayudar a la digestión.
Aceite esencial. Tradicionalmente, el aceite esencial de laurel se diluye al 2% en un aceite neutro y luego se frota en las articulaciones y músculos doloridos. También se usa en aromaterapia. Debido a su toxicidad, no debe ser ingerido.
Tintura. Las propiedades del laurel se concentran sumergiendo las hojas trituradas en un alcohol neutro. Esta solución debe diluirse en un vaso de agua tibia antes de beberse para aliviar la indigestión.
Leé más!! Botiquín de remedios naturales, paso a paso
Cápsulas. Si bien es poco común, las cápsulas de laurel pueden tomarse como suplemento.
