Muchas veces el desorden de los espacios se genera porque solemos guardar más cosas de las que necesitamos, más de las que entran en nuestra casa o porque simplemente no sabemos dónde guardarlas.
Así que para que todo permanezca ordenado hay que encontrar un sistema de organización que se adapte a vos.
Estas son las pautas generales que nos sugiere Flavia Macaudiere de Proyecto Organizar (@proyectoorganizar):
Seleccioná: separá lo que querés conservar
Descartá: todo lo que no usás (lo roto, lo que no es de tu talla o no te guste) para dejar espacio libre a lo que sí vas a usar. Recordá revisar las fechas de vencimientos de productos cosméticos o alimentos.
Establecé categorías: agrupá productos iguales o semejantes (artículos de librería, perfumería, etc).
Asigná un lugar: seleccioná el espacio definitivo para ubicar los objetos
Todo cerca: ubicá las cosas en el lugar donde se usan y que te permita fácil acceso especialmente a lo de uso diario.
Rotulá los contenedores para encontrar rápido las cosas y saber qué falta y dónde hay que guardar cada objeto.
Vuelve las cosas a su lugar: para que dure el orden cada vez que uses algo debe volver al mismo lugar de donde fue sacado.
Recordá:
Cuidá las cosas
Mantené todo limpio y despejado: tanto las mesas o mesadas del baño y la cocina deben estar siempre en orden
Generá hábitos: establecé rutinas fáciles de realizar y con el tiempo crearás hábitos para mantener el orden
Dividí las tareas: establecé días para cada actividad, pero sobre todo recordá que el cuidado de casa es responsabilidad de todos los que la habitan.
No hagas maratón de orden: esto es un proceso que al principio puede costar, tomalo con calma.
Paciencia: por más desordenado que esté un ambiente siempre puede mejorar.
No compares: cada casa y cada familia tiene su propia dinámica. Encontrá lo que sea funcional a tu vida.
No olvides que el orden te permite ahorrar tiempo y dinero, pero sobre todo te ayuda a vivir en armonía.