Las lámparas de sal proceden de las salinas de la cordillera del Himalaya, en las que, hace millones de años, antes de que las placas tectónicas chocaran, estaban cubiertas por el mar y fueron levantándose, y es por ello, que ha quedado tanta concentración de sal que, junto con otros minerales, le da ese color anaranjado característico de la sal del Himalaya.

¿Por qué tener una lámpara de sal del Himalaya en casa?

Una lámpara de sal del Himalaya en el living, o en el escritorio o en el dormitorio, es como tener una ventana abierta o una especie de filtro que purifica el ambiente.

No son únicamente elementos decorativos ni esotéricos, sino que limpian y purifican el ambiente de forma natural. Tienen grandes beneficios para la salud de nuestra familia y es algo que la ciencia puede demostrar.

Entre las propiedades de la lámpara de sal del Himalaya se destacan:

Limpia el aire. Tienen un increíble poder para eliminar el polvo, el polen, el humo del cigarrillo y otros contaminantes del aire. Purifican el aire a través del poder de la higrometría, es decir, que atraen a las moléculas de agua del ambiente y las absorben, y con ello las partículas extrañas que pudieran tener.

Como la lámpara se calienta por el calor producido por el foco en el interior, esa misma agua se evapora de nuevo en el aire y las partículas atrapadas de polvo, polen, humo quedan atrapadas en la sal.

Mejora el descanso. La sobreexposición a los iones positivos en el aire es que afecta a la calidad de nuestro sueño. Esto sucede porque las partículas cargas positivamente pueden reducir el suministro de sangre y de oxígeno que llega al cerebro, lo que se puede traducir en patrones de sueño irregulares. Como las lámparas de sal del Himalaya generan iones negativos naturales, ayudan a disminuir este problema.

Por eso es conveniente tener una también en el dormitorio. Si por la noche no puedes dormir con una luz encendida, es suficiente que mantengas la lámpara de sal encendida durante todo el día y por la noche justo antes de acostarte la apagues. También puede ser una lámpara quitamiedos fantástica para los niños.

Reducen la alergia y los síntomas de asma. Como eliminan las partículas microscópicas de polvo, moho, hongos y similares en el aire circundante, la colocación de una lámpara o dos en las habitaciones donde se pasa más tiempo puede reducir los síntomas de alergia. Incluso, las personas que sufren de asma pueden notar una gran diferencia después de una semana o dos. De hecho, la sal del Himalaya es tan buena para las vías respiratorias que incluso la venden en formato de inhaladores.

Aumenta la concentración, energía y estado de ánimo.  El efecto de los iones negativos en el cuerpo mejora el suministro de sangre y oxígeno en el cerebro y otros órganos, y también proporciona un aumento en la liberación de serotonina, el neurotransmisor que nos hace sentir (literalmente) felices. Todo esto afecta de forma natural a nuestro estado de ánimo; puede ayudarnos a relajarnos y a descansar, pero también mejora nuestra concentración. Por eso una lámpara de sal es muy adecuada en cualquier espacio donde se realicen trabajos que requieran concentración. Los iones positivos descargan nuestro cuerpo de energía.

Contrarresta las vibraciones electrónicas. Hoy en día la mayoría de nosotros vivimos rodeados de radiaciones electromagnéticas que surge de todos aquellos aparatos electrónicos que nos rodean.

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