El 13 de enero, a las dos de la mañana en Argentina, se dará una gran unión solar y lunar junto a Plutón: una Luna Nueva en Capricornio, la primera en este signo que no es un eclipse, lo cual es muy importante.
Esta Luna Nueva es el comienzo de un nuevo ciclo. Cuando el Sol y la Luna se unen en el mismo grado matemático se inicia un nuevo ciclo emocional, se resetean nuestras emociones y empezamos un nuevo período donde plantamos una semilla que podremos ver florecer dentro de seis meses, cuando tengamos la Luna Llena en el signo de Capricornio.
Capricornio está comandando por Saturno, que es un planeta que nos habla de la responsabilidad, de hacernos cargo, de nuestras metas y objetivos. Esta Luna Nueva se está haciendo en una zona de nuestra vida en la que estuvimos pasando por muchas batallas y desafíos, con situaciones complejas.
La Luna Nueva nos invita a iniciar algo en nuestra vida, que tiene que ver con otra mirada después de pasar desafíos; y la conjunción con Plutón nos invita a diseñar otra realidad.
Es una Luna Nueva para pensar qué queremos, cuáles son nuestras metas, nuestros objetivos, qué es lo que quiero ahora en mi vida, después de pasar las pruebas que tuve que vivir durante el 2020.
Esta Luna nos pide alinearnos para construir nuestro nuevo mundo. Hay inicios para sanarnos, reconstruirnos, sentirnos mejor.
Plutón nos invita a ir profundo para transformarnos en un lugar donde nuestra vida fue desafiada y es el momento de empoderarnos y sentirnos diferentes.
Ritual de anclaje.
Para construir nuestra realidad externa, debemos construir también nuestro mundo interno.
Antes de iniciar este ritual, preguntate qué deseás; y que ese deseo sea potente, verdadero y concreto.
Tomate un tiempo para callar la mente y sentir hacia dónde querés ir.
Luego, buscá dos piedras, las que quieras (pueden ser cristales o piedras que hayas traído de un rio o tengas en tu jardín).
Deben ser dos, porque vamos a trabajar dos áreas de nuestra vida: una va a representar al Sol y la otra a la Luna.
El Sol va a representar a nuestra área profesional o laboral y la luna a nuestra área personal. Por eso, es importante que separemos y clasifiquemos lo personal y lo laboral.
Además, van a necesitar hilo plateado para el área personal y otro hilo dorado para el área profesional. Luego tendrán que atar a cada una de las piedras sus objetivos principales de acá para adelante (a largo plazo). Van a elegir objetivos reales (no más de tres) que quieran cumplir en la vida, los escriben en un papel (como cartitas cerradas) y los atan a las piedras.
A esas piedras las van a dejar cerca de ustedes, en lugares donde recorran o puedan verlas, juntas o separadas. Porque cada vez que las veas, recordarán que son su ancla.
Cuando los necesites, recurrí y leé el papel para recordar los motivos por lo que transitás tu vida.
Si en algún momento el objetivo no resuena con el presente, los renovás.
La recomendación es leerlas las cartitas una vez al mes y pensar qué acciones podés hacer para trabajar por esos objetivos.
Ritual de los frascos de los deseos
Una vez que hayas aquietado tu mente para sentirte y poder preguntarte qué deseás para este año y el que viene, escribí tus intenciones (no más de tres) en papeles que luego colocarás en tu frasco de deseos.
Para intencionar tené presente que la energía de esta Luna rige nuestra seguridad futura, los logros y éxitos deseados y nuestras responsabilidades.
El frasco donde deposites tus deseos, debe estar en algún lugar donde puedas verlo, para releer esas intenciones y establecerte estrategias para poder concretarlos.