Transitamos una etapa del año en la que muchos hombres y mujeres sienten la necesidad urgente de mejorar su estado físico ante la inminente llegada del verano; y esta pretensión se presenta en un contexto extraordinario, donde a lo largo del 2020 la población vio alterada su rutina, con jornadas que estuvieron marcadas por el encierro, la mayor ingesta de alimentos y la inactividad física, entre muchos otros aspectos.
Ante esta realidad, y ante la premura de muchas personas, son cada vez más lo profesionales de la salud que alertan sobre las falsas expectativas que generan las dietas por sus resultados cortoplacistas que nos proporcionan hábitos ni cambios saludables.
“Muchos buscan soluciones rápidas, pero hay una realidad y es que la dieta es un concepto con fecha de vencimiento”, sentenció en el inicio de la charla con pypnews María Julia Ortenzi (MP20472), Licenciada en Nutrición Clínica y Deportiva del Instituto Ciencias de Deporte de Paraná.
“En esta época se acerca más cantidad de gente al consultorio en busca de cambios y lo que pretenden, generalmente, son resultados rápidos; a esto debemos sumarle la cuarentena, donde hubo menor cantidad de gasto calórico debido a que no se realizó actividad física y el no salir de casa redujo significativamente el gasto de energía”, graficó la profesional.
En consonancia con lo expuesto, Ortenzi indicó que lo que siempre intenta inculcar a sus pacientes es el cambio de hábitos.
“Es un proceso de que lleva más tiempo, porque es más lento y hay que ir trabajándolo individualmente, atendiendo las necesidades de cada paciente según sus hábitos, horarios, gustos y si tiene o no patologías; sobre la base de estos esos aspectos se puede diseñar un plan de alimentación”, precisó.
El objetivo es que la persona pueda sostener en el tiempo los nuevos hábitos propuestos, erradicando las costumbres que le generaron sobrepeso, o no lo han favorecido en su estado de salud.
“Apuntamos a generar nuevos hábitos saludables y como recomendación siempre buscamos fomentar el consumo de alimentos más naturales y menos ultraprocesados, incursionar en la cocina con recetas simples y más sanas que los podamos comprar en otro lado. Tratamos también de ordenarlos en las ingestas y eso lleva organización para que sea más llevadero el proceso”, subrayó la Licenciada en Nutrición Clínica y Deportiva.
Como todo cambio lleva tiempo, la sugerencia de la profesional es ir modificando los hábitos de a poco para poder sostenerlos.
“Una dieta sólo se puede sostener en un período corto y como son restrictivas los resultados se ven con mayor rapidez, pero no se adecuan a la persona y son difíciles de sostener, por lo que la persona la abandona y como no se produjo un cambio en la manera de alimentarse se recupera el peso perdido y eso genera mucha frustración”, resumió.
La idea es sugerir y acompañar un proceso de cambio que sea sostenible y como recomendación la idea es garantizar las cuatro comidas principales: desayuno, almuerzo, merienda y cena; incluyendo varias porciones de frutas y verduras al día (al menos cinco), tomar agua como bebida principal, incluir platos variados que incluyan variedad de carnes y legumbres.
“Siempre, hago hincapié en que todo este cambio debe ir complementado con la actividad física, que es uno de los pilares fundamentales de la buena salud”, enfatizó la profesional del Instituto de Ciencias del Deporte de Paraná.