Integrar a la neurodiversidad es aceptar la variación infinita del funcionamiento de los cerebros y las mentes humanas, reconociendo y respetando las diferencias neurocognitivas.
De esta manera podremos marcar un cambio significativo en la forma en que la sociedad comprende y aborda las diferencias neurológicas.
No hay personas normal o anormales, hay personas con diferentes funcionamientos cerebrales, y ya es hora de que como sociedad tengamos un enfoque inclusivo.
“Qué es normal y qué es anormal, una cuestión en la que todos tenemos un poco de todo y el tema es que hay personas que ese poquito lo tienen como más acentuado y es donde nosotros tenemos que brindar las herramientas y las posibilidades para que ellos puedan tener una integración con el resto de las personas, y a la vez en todos los ámbitos de desarrollo personal y un desarrollo integral del ser, es por eso que hoy se está teniendo esta nueva visión de poder contemplar las diferentes formas de razonar, de pensar, de ubicarse frente al mundo y a los diferentes estímulos que le brindamos”, comenzó explicando la neuropsicóloga Carina Schwab, en diálogo con PyPTv.
“Hoy ya no le podemos decir a un niño que dibuje una flor y pensar que la va a dibujar con cuatro pétalos porque como docente necesito incorporar el contenido de esa manera; el niño dibuja una flor de girasol, tiene muchos pétalos y es una flor, entonces debemos ir adecuándonos a todo lo que los niños y las personas en general pueden ofrecer”, subrayó.
En este sentido, enfatizó que los niños ven estas cuestiones como muy normales y comunes. “En el común hacer van viendo qué es lo que el compañero necesita y lo ayuda, o si hay un compañero que tiene una dificultad motriz lo asisten, si hay un compañero que es más rápido en razonar automáticamente se levanta y va al banco del que le cuenta y lo ayuda y le explica y, por ahí, esta explicación de par a par es la que mejor comprende un niño que tiene, por ejemplo, dificultad en relacionarse. También podemos estar hablando de un niño con autismo o con asperger y ya los chicos saben hasta qué distancia acercarse y cómo manejarse con ese compañero, y son los mismos niños los van mostrando cómo debemos comportarnos los adultos”, esgrimió.
Más allá de que para el actual sistema hay muchos niños que son considerados con discapacidad, porque además requieren de un acompañamiento terapéutico, a futuro se puede proyectar una vida adulta con una inserción laboral.
“La tecnología abre muchas puertas y el trabajo virtual es una gran herramienta, porque beneficia a las personas que tienen dificultades en el roce social, ya sea porque los ruidos los molestan debido a que necesitan auriculares orbitales para poder estar dentro de un grupo; y en este contexto, la tecnología es una aliada que le la posibilidad de estar en su casa trabajando, comprando, recibiendo sin el desgaste de situaciones desbordante”, alentó la profesional.
Por otro lado, aseguro que adultos que todavía no saben que tienen algún grado de autismo y comienzan a detectarlo a partir de la difusión de las temáticas vinculadas a la neurodiversidad.
“Son adultos que escuchan y se dan cuenta que a ellos también le viene pasando, realizan la consulta y en la evaluación les confirman el diagnóstico y eso los ayuda a buscar la manera de tener una mejor calidad de vida”, garantizó.
¿A qué indicios debemos prestar atención?
Carina Schwab precisó los síntomas a los que debemos prestar atención para detectar características vinculadas a la neurodiversidad.
“Cuando se experimenta aprensión al contacto social, ya sea en un salón, con gente en una peatonal, cuando hay mucho movimiento de personas y eso genere una situación de rechazo; debemos prestar atención al niño que cuando habla no puede establecer el contacto visual, que mira para otro lado, como así también cuestiones de que tienen que ver con las texturas, ya sea por querer tocarlas o rechazarlas; pueden ser muy selectivos en los alimentos, o pueden sentirse aturdidos ante una charla, son indicadores que tenemos que tener muy en cuenta porque nos están marcando una diferencia con el resto que se debe atender”.
