El destete respetuoso es un proceso en el cual la madre le deja de dar pecho al bebé, pero de manera natural y espontánea.
Es un período en el que la mamá y el bebé aprenden a dar y recibir alimento, comunicación, contacto, a través de otra manera que no es por el pecho.
No se trata solo de “leche igual a alimento”. Refiere también a lo vincular, involucra muchos sentimientos y sensaciones y, como todo duelo o salto de etapa, puede haber algo de culpa, algo de enojo y frustración por parte del niño. Si se lleva bien, es esa transformación del amor que se expande hacia otro lugar. En general, si se habla de destete respetuoso, involucra una decisión real de la madre porque no lo necesita, porque ya no lo está disfrutando, pero lo hace de forma respetuosa porque es gradual.
La Organización Mundial de la Salud propone seis meses de lactancia exclusiva, como alimento único, y a demanda hasta el año, como alimento principal, pero con alimentación complementaria. Entre el año y los dos años, la leche es un alimento más, y luego de los dos años, el bebé puede seguir mamando hasta que la mamá o el bebé decidan dejarlo. Esta es una opción donde es fundamental que la mamá sea quien elija el momento en el que quiera destetar a su hijo, y la forma que le parezca más adecuada para este proceso.
¿Cómo hacerlo?
- No es sólo ámbito de la mamá, se requiere de la participación activa del papá, acompañando a la mamá, reforzando sus palabras sobre la necesidad de ir dejando la teta, sobre todo ante las situaciones de tensión que a veces generan dudas a la madre de ofrecer o no la teta (caídas, llanto, sueño). El papá debe ser apoyo para la mamá y ofrecer consuelo y cariño alternativo al que la mamá entregaba durante la lactancia.
- Hablar con la familia ampliada (abuelos, abuelas, tíos, tías y otras personas) que conviven con mamá, papá y bebé y explicarles que es una decisión de los padres y no tienen que interferir, ya que esto atrasa el proceso.
- Hablar con el niño o niña, explicarles que iremos dejando la teta, que el amor siempre seguirá para ella o él, pero de otras maneras (abrazos, paseos, masajes).
- No ofrecer, pero no negar: al inicio no ofrecer, pero si la pide darla, sin dejar de poner en palabras la decisión de ir dejando las tomas.
- Es fundamental la convicción materna de dejar de amamantar; a las madres les puede generar, a veces, culpa, dolor o angustia (y eso se percibe). Por eso hay que tener en cuenta que es un proceso que toma sus tiempos para que no sea abrupto.
- Buscar llevar la atención a otras actividades ante el pedido de teta: juegos, canciones, paseos, algo que sea de interés para ella o él.
- Las tomas nocturnas son las que en última instancia se resuelven.
- Hablar sobre el espacio de mi cuerpo (como mamá) y el cuidado de la
- manipulación del mismo (Si no te agrada que baje tu ropa sin pedir permiso, si te hace doler al apretarla, etcétera).
- Es muy útil usar sus muñecos preferidos o títeres para representar este proceso o etapa y lo que deseamos, haciéndoles partícipes del acto.