El rol del kinesiólogo dentro de la estomatognología

La estomatognología es un área relativamente nueva en el campo científico.

A pesar de que surge de la odontología involucra varias disciplinas en el campo de la salud, entre ellas la kinesiología, que es un pilar fundamental en el equipo interdisciplinario, ya que debería ser el que aborda las múltiples disfunciones que presenta este sistema.

“En la actualidad, se desconoce el rol preponderante del kinesiólogo dentro del equipo, por tal motivo, como parte del grupo, debemos aportar conocimientos teóricos y prácticos para abordar las múltiples disfunciones témporomandibulares presentes en este sistema, trabajando desde la causa que podría ser un respirador bucal, una mordida abierta, una mala oclusión y no sólo desde sus efectos, que es con lo que nos encontramos a diario en el consultorio, con pacientes que llegan con cervicalgias, mareos, apunamientos, zumbidos, entre otras patologías”, detalló a pypnews Felisa Quijano, doctora en Kinesiología y Fisiatría (MP 148), especializada en Sistema Estomatognático (@felisa_quijano_).

Debido a que las causas de las disfunciones del sistema estomatognático son múltiples, las personas pueden llegar a tener vértigos y estados de inestabilidad, ya que el oído interno comparte el mismo plano que el oclusal.

El sistema estomatognático se define como una unidad morfofuncional anatómicamente integrada, fisiológicamente coordinada y su equilibrio depende de una perfecta armonía funcional entre el conjunto de órganos y tejidos que lo integran, cuya biología y fisiopatología son absolutamente interdependiente.

“Si bien cada uno tiene autonomía se interrelacionan a través de las cadenas miofaciales y del sistema tónico postural, que es un sistema que recibe toda la información a través de tres captores: los ojos, la oclusión y los pies que informan al sistema nervioso cómo estamos posicionados espacialmente; y a partir de ahí manda las respuestas a través de las cadenas miofaciales, que se traduce como una compensación postural y aparece un dolor que puede ser en el hombro, en la cadera o en otro lado y es donde se acorta esa cadena miofacial. ”, amplió Felisa Quijano.

“Esto quiere decir que cualquier alteración que haya en la vista, en la oclusión o en los pies informa al sistema nervioso central que algo anda mal y el sistema hace el ajuste a través de las cadenas miofaciales, por eso repercute en la postura y por eso se considera a la articulación témporomandibular como un compensador postular”, precisó la especialista, que tiene su consultorio en Italia 550 en la ciudad de Paraná.

Con estas referencias, está justificado el trabajo del kinesiólogo en esta área, siendo un pilar fundamental. El odontólogo podrá arreglar las 32 articulaciones dentarias o el contacto de los dientes superiores con los inferiores; pero todos los contactos de las articulaciones dentarias o de los dientes maxilares con los mandibulares repercuten en la articulación témporomandibular y a su vez en la unidad cráneo vertebral posterior y anterior.

“Es importante tener en cuenta que los dientes maxilares son los dientes superiores y pertenecen a la cara y a la unidad del cráneo, siendo que los dientes de la mandíbula, que es el único hueso móvil de la cara, se tienen que ir acomodando para contactar con los dientes superiores y eso depende de la ubicación del cráneo sobre la columna cervical, y de la ubicación del cráneo en el espacio”, agregó la doctora en Kinesiología y Fisiatría, especializada en Sistema Estomatognático.

“Por eso, si tenemos un niño respirador bucal hará una rotación posterior de cráneo, llevará la cabeza hacia atrás para poder abrir la boca y eso hará que cambie la posición de la lengua que irá empujando las arcadas dentarias y traerá un problema oclusal, es decir, un problema del contacto de los dientes superiores con los inferiores”, ejemplificó.

 

Es la articulación que más se mueve, hasta de noche cuando dormimos, y se conoce como bruxismo. En consecuencia, si es la articulación que más se mueve y los kinesiólogos trabajan el estado del movimiento se justifica aún más que trabajen en esta área, siendo un pilar fundamental en el sistema estomatognático.

“Cada vez que el odontólogo hace un ajuste de los brackets, el kinesiólogo debería controlar la postura para ver si está alineado o hay un síndrome postural ascendente, descendente o mixto; el paciente debería ser controlado por el fonoaudiólogo, kinesiólogo, odontólogo, otorrinolaringologo, médico clínico y traumatólogo”, expresó Quijano, ratificando la trascendencia del trabajo interdisciplinario.

En este sentido, la profesional recordó la base sobre la que se sustenta la osteopatía (todos sus tratamientos se basan en conceptos osteopáticos) que dice: la función hace al órgano, por lo tanto, la disfunción alteraría al órgano; quiere decir que si la entrada del aire es correcta, el órgano se desarrolla de manera adecuada; pero si la entrada del aire está alterada hay una disfunción que altera las arcadas dentarias y la oclusión.

“La oclusión, que es el contacto de los dientes superiores con los inferiores, la mandíbula, que es el único hueso móvil de la cara, y  el maxilar superior junto con los huesos de la cara y el cráneo forman una unidad sellada; por lo tanto, ese cráneo está apoyado sobre la columna vertebral y es el único elemento común que tienen los odontólogos con los kinesiólogos. El cráneo está apoyado sobre el atlas, que es la primera vértebra, y si se altera la ubicación del cráneo sobre el atlas se modifica la ubicación de la cabeza en el espacio y hace que se altere también la oclusión”, subrayó.

“A la consulta kinésica, los pacientes llegan con discopatías o cervicalgias, mareos, cefaleas intensas, vértigos o migrañas, si dejamos de atender síntomas y buscamos las causas el único beneficiado será el paciente, y el profesional trabajará para que el paciente no vuelva con la misma patología”, concluyó Felisa Quijano.

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Paola Ponroy
paola@pypnews.com

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