Pyp News Cargando

Estamos terminando un año que complejo en el que cada uno de nosotros debió adaptarse a una situación impensada debido a la alteración de nuestra rutina cotidiana, impedidos de salir, de sociabilizar, lidiando además con el miedo a una enfermedad que invadió el planeta. En este sentido, uno de las situaciones que mayores cambios expuso fue el de la escolarización. Niños y niñas en edad escolar vieron interrumpida sus asistencias a las instituciones escolares, teniendo que adaptar la modalidad en sus propias casas, mediante el uso de la tecnología.

Lo que para numerosos padres y alumnos resultó novedoso, y hasta estresante, para muchos otros es una elección de vida convertirse en maestro-profesor-madre/padre de sus hijos e hijas, en su casa, con sus tiempos, sin recreo, horarios establecidos, mucho menos uniformes, calificaciones ni exámenes.

Homeschooler significa escolarización en el hogar o escuela en casa, y se refiere al hecho de que los padres escogen un programa estructurado, curso o currículo que imita a la escuela tradicional con materias, tareas, exámenes, calificaciones, y es tomado como guía, pero respetando las apetencias de cada niño.

También se puede desarrollar la modalidad Unschooler, que supone promueve la libertad de los niños de elegir lo que quieren aprender.

 

“Nosotros iniciamos la transición de la escuela tradicional a la formación exclusiva en casa con nuestra primera hija que hoy tiene 9 años; ella fue al jardín en una escuela pública rural que le encantaba. Es una niña muy sociable, dinámica, enérgica y siempre se adaptó muy bien a lo que hacía; pero cuando empezó primer grado comenzó a decir que quería volver al jardín a dibujar porque en ese nivel ya no podía pintar o maniobrar con masa, que era todo lo que a ella le gustaba”, comenzó contándole a pypnews Emilse Móvile (@emi_movile), terapeuta holística y mamá Unschooler.

Ante esta situación, ella y su pareja decidieron entablar un diálogo con la escuela, pero burocráticamente no existía la posibilidad de contemplar el deseo de la niña, puesto que en las instituciones educativas suelen dar temas por día, algo que su hija no estaba disfrutando.

“No quería anotar en el cuaderno, prefería las hojas de resma que en casa siempre fueron de libre acceso, tanto como a los pinceles, fibras, pinturas y colores; notamos que estaba padeciendo la escuela, y nos llegaban notas porque charlaba mucho en clase, no prestaba atención, tampoco quería hacer la tarea y me decía: ´por qué me obligas a esto´. Veíamos que el panorama iba a cambiar porque no podían atender esta necesidad personal, donde no era su momento para aprender las letras, ni usar cuaderno con renglones; así que decidimos dejar de llevarla y lo hablamos en la escuela, desde donde quisieron ayudarnos, pero no tenían opciones ni herramientas, ya que deben bregar por el cumplimiento de lo que establece el Estado”, rememoró Emilse (Facebook: Emi Movile Psicologa).

Son muchas y variadas las líneas pedagógicas que se desarrollan en el mundo y que tiene una fuerte incidencia en nuestro país, como la pedagogía Montessori, Waldorf, la Educación Biocéntrica, o Pedagogía 3000.

“Siempre me interesaron estas líneas educativas, pero no sabía cómo íbamos a poder llegar a algo parecido, al tiempo que nos dábamos cuenta de que nuestra hija necesitaba una poco de atención desde un lugar más personalizado”.

En nuestro país son muchas las familias que optan por enséñales a sus hijos sin que tengan que ir a una escuela. De acuerdo a lo señalado por la entrevistada, este año muchos padres empezaron que notar la modalidad de aprendizaje de sus hijos viendo sus clases por zoom, “y eso hizo que muchas familias comiencen a optar por estas formas de enseñanzas, más libres y respetuosas de los deseos y tiempos del niño”.

Volviendo a la experiencia de Emilse, una vez tomada la decisión familiar, el camino no fue sencillo.

“Debimos atravesar un lugar de mucho miedo, desde todos los lugares, temimos no poder como padres, tuvimos miedo de que no aprendiera, temor a lo legal, al qué dirán; y una vez que lo enfrentamos llegó una etapa de empoderamiento, de seguir confiando en que la decisión fue la mejor y que la inteligencia no tiene que ver con ir a la escuela sino con la capacidad de adaptación y de resolver las situaciones”, enfatizó la entrevistada.

Educan a su hija poniéndola en el centro para ser escuchada y consideran que eso favorecerá, por ejemplo, a que pueda encontrar su vocación.

“Fui abandera en la escuela secundaria y continué con mis estudios universitarios, pero, para eso, tuve que hacer largos procesos de orientación vocacional porque no sabía qué quería realmente, y no deseamos eso para nuestras hijas”, sentenció Emilse Móvile.

“Vengo de una familia donde lo académico era la mejor manera de crecer y con el padre de mis hijas creemos que lo más importante es que nuestras hijas puedan conocerse a sí mismas, tomar lo que necesitan de este mundo para ser quienes son, desde el ser más que desde el deber ser, desde crear estructuras y no desde repetirla porque están institucionalizadas y naturalizadas”, agregó.

Quienes eligen esto modo de educación, consideran que les otorga mayor libertad a sus hijos, pero también a ellos, porque tienen tiempo para hacer lo que les gusta, para jugar, para relacionarse, al tiempo que generan espacios para proyectos familiares, “porque si quisiéramos viajar, no dependemos de ir a la escuela y eso también nos da una gran libertad”, enfatizó Móvile.

Son varias las familias que optan por homeschooler, promoviendo el aprendizaje guiado por los intereses del niño o la niña, “que tienen una vida social muy activa, porque las familias nos vamos conociendo, compartimos actividades y nos vinculamos de una manera comunitarias”, subrayó Emilse, desmitificando la idea de que los niños no logran buenos vínculos por la falta de pares.

“Cada vez más personas deciden esta educación para sus niños pequeños y muchas otras están retirando a sus hijos de las escuelas tradicionales, porque hace años que se los piden y recién ahora se animan”, puntualizó.

 

En la práctica, los padres pueden regirse por una currícula de contenidos (en la Argentina hay escuelas que lo facilitan) y los padres se los van dando a sus hijos en los tiempos establecidos por ellos.

“Le vemos muchos beneficios a la educación exclusiva en casa. El primero es poner a los niños primero, porque confiamos en que saben lo que quieren, lo que es mejor y si ellos pueden decidir qué aprender y qué conocer por ese camino vamos y les brindamos los medios, la forma o accionamos para tratar de que se dé y que no estén recibiendo información que no les va a servir”.

En el caso de Emilse, su niña de nueve años lee a la perfección, escribe cuentos, pinta murales, construye cosas, va a equitación, teatro, hace natación. “Hace lo que ella quiere y desea; mi otra hija tiene cinco años y también va decidiendo qué quiere, dónde, con quién y siempre son escuchadas y vemos que, de acuerdo al interés, surgen sus mayores iniciativas, que aquello que les interesa es hacia donde apuntan y es lo que necesitan”, sentenció.

“Estamos como adultos responsables cuidando, observando, estando disponibles de todas las formas que creemos que es conveniente, ofreciendo los medios, incluso ofreciéndonos como medio también y compartiéndoles lo que consideramos que es importante para una vida saludable; pero no enseñándoles nada que les resulte pesado, que no les guste, aprenden con gusto y ese tipo de amor es otra cosa”, resumió.

 

En la práctica con varias opciones para que el alumno puede contar con certificación escolar. Por un lado, puede rendir libre en una escuela estatal; o bien, se lo puede inscribir en una escuela sombrilla para tener la certificación y esa institución será la encargada de pasar los contenidos educativos, pero el niño no tendrá que rendir, sino que el padre es quien la evalúa y muestra su aprendizaje a través de videos y fotos.

“Si pregunta sobre multiplicar le enseñas sobre eso, si quiere saber sobre pájaros ahondas en eso, y así vas siguiendo sus intereses, los chicos saben que quieren y cómo ocupar su tiempo y hay más tiempo libre que si asistís a una escuela y además tenés que hacer tarea”.

Con estos parámetros, no hay punto de comparación entre los contenidos que puedan darse en una escuela y los que se desarrollan en la casa; porque la modalidad Homeschooler se dan muchos menos que en la escuela tradicional, con la posibilidad de hacerlo en el tiempo que cada uno establece.

“Se puede contar también con la asistencia de una maestra que visite tu cada una, dos o tres veces por semana para facilitarle estos contenidos, pero nunca nada es obligatorio, ni en la forma ni en la cantidad, porque si no se perdería el respeto por las capacidades y los tiempos del niño o el adolescente, incluso cuando una de las posibilidades es que pueda rendir libre en una escuela estatal, que es otra posibilidad”, sumó Emilse Móvile.

Sobre la alternativa de rendir libre en una escuela estatal, precisó que en ese caso los padres solicitan los contenidos en la institución.

“Quienes hacen Homeschooler sabemos que hay un dato que es estimativo que indica que en la Argentina para rendir en una escuela pública a fin de año de manera libre se necesita una preparación de una hora por día durante dos meses; con ese tiempo dedicado a los contenidos de nuestro país el niño puede rendir y salir bien. Eso demuestra la desproporción existente en una escuela con una o dos maestras que están con 30 o 40 chicos, a que uno se dedique una hora por día de manera personalizada, porque vas siguiendo el interés de tu hijo y van saliendo otros temas de los que podemos conversar y ellos asocian y es otra manera. Se aprende de una manera totalmente distinta, a diferencia del aprendizaje en rebaño, en grupos grandes”, insistió.

“Una de desescolariza internamente porque dejamos la escuela, pero seguimos pensando como en una escuela y esta modalidad se estructura según tus propios criterios, desde escuchar a tu hijo y a tu familia; no hay dos niños iguales, ni dos familias iguales, es poder entrar en otro paradigma desde la escucha, y desde ese lugar la desescolarización va por fuera, pero también es un proceso interno, de volver a la esencia, a la escucha de lo que como padres querés ofrecerles a tus hijos para esta vida”, concluyó.

¡Sumate!
https://www.farmzone.net/
paola@pypnews.com
<a href="https://www.farmzone.net/">slotonline</a> <a href="https://www.farmzone.net/">เกมยิงปลา</a> <a href="https://www.farmzone.net/">เกมสล็อต</a> <a href="https://www.farmzone.net/">ยิงปลา</a>

Deja una respuesta