El bullying reflejado en números

Publicado en Por Paola Ponroy

El libro “¿Aulas peligrosas? Qué es el bullying y el cyberbullying”, del doctor Santiago Resett, especialista en el tema, investigador del CONICET, docente de la Universidad Argentina de la Empresa y de la Universidad Católica Argentina, refleja claramente los alcances esta dinámica de acoso, con estadísticas que muestran el impacto en adolescentes argentinos.

PyP News accedió a las estadísticas surgidas del sondeo, dando una pauta más clara del impacto que tiene en los adolescentes y el rol de las instituciones escolares en un tema de larga data que sigue sin ser resuelto de manera efectiva.

En una muestra de 4.088 adolescentes argentinos (de los cuales 2.920 son de Entre Ríos) un 13% informó que había sufrido de bullying en el último año lectivo con una frecuencia, al menos, de 2 o 3 veces al mes.

En tanto, un 7% señaló realizar bullying a los demás alumnos, mientras que un 5% había sido victimizado y, a su vez, realizaba actos del bullying (llamadas víctimas provocativas o grupo ambos).

Si bien no se hallaron grandes diferencias de género en ser victimizados, más varones que mujeres eran agresores y ambos eran víctimas provocativas, con diferencias que representaban casi el doble, ya que un 9% de varones hacía bullying versus un 5% de las mujeres; para ambos grupos las cifras eran 7% versus un 3%.

Las formas más frecuentes de sufrir bullying son con los sobrenombres hirientes, las burlas sobre el aspecto físico y el decir mentiras para hacer quedar mal a otro alumno.

Con respecto a las edades, los primeros años de la escuela secundaria (desde los 11 a los 13 años) son la edad de mayor padecimiento de bullying para, lentamente, descender a lo largo de la adolescencia.

 

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Con respecto a las características del bullying, a partir de las respuestas de las víctimas, el libro refleja que lo más común es ser victimizado por un alumno (48%) o un grupo de 2 ó 3 integrantes (39%); del mismo curso en su vasta mayoría (72%); por un alumno varón (36%); en el patio/recreo (32%) o en clase estando el profesor (32%) como los lugares más frecuentes y con un mes (30%) o seis meses (28%) como el tiempo promedio de duración del acoso.

 

Un 56% de los encuestados admitió que no comenta con nadie el acoso del que está siendo víctima, mientras que el 44% que sí lo hizo se lo había relatado a un amigo/a (35%).

El panorama encontrado fue bastante similar al de investigaciones extranjeras realizada en distintos contextos culturales: un alumno agresor o en grupo de dos o tres estudiantes, en su vasta mayoría del mismo curso; con el patio/recreo y el aula como lugares de mayor riesgo para ser victimizado -sorprendentemente en aula con docente presente-; y siendo acosado desde hacía un mes a seis.

En lo relativo a la percepción que tienen los alumnos de cómo actúa la comunidad docente ante el bullying, ante la pregunta: ¿Cuántas veces los profesores u otros adultos trataron de evitar que agredieran a un alumno?, un 43% de los alumnos dijo que los docentes casi nunca trataban de pararlo; 38%, que de vez en cuando o a veces lo hacían y el resto (19%), que muchas veces o siempre lo hacían.

En lo referente al accionar de los alumnos ante el acoso, ante la pregunta ¿Cuántas veces los alumnos trataron de evitar que agredieran a un alumno?, los porcentajes fueron similares: 47%, 38% y 15%, respectivamente.

Con respecto a cómo actuaba la escuela en su conjunto para reducir el bullying ¿En general cuánto han hecho tus profesores para evitar la agresión entre los alumnos desde que empezaron las clases?, un 35% señaló que la escuela hacía poco o nada para detener el acoso; un 19%, muy poco; un 21%, algo; un 16%, bastante y un 9%, nada.

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Paola Ponroy
paola@pypnews.com

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