Transitamos la última semana del año y la finalizamos con un broche de oro: una luna llena en Cáncer, que se hará a las 0.28 del 30 de diciembre.
Con cada luna llena las emociones de desbordan, y es muy probable sentir incomodidad y tensión los días previos al fenómeno astronómico; pero, además, en este año tan disruptivo las pasiones colectivas cobran mayor relevancia, ante la urgencia de darle un cierre a un año muy complejo.
En la vida lo que afrontamos son ciclos y con esta luna asistimos al cierre de un período que iniciamos con el eclipse en la luna nueva en Cáncer, el pasado 20 de junio.
Cerramos un ciclo que tiene que ver con lo emocional, con el hogar y con la familia, en un año muy canceriano en el que todos estuvimos metidos en casa, teniendo que conectar con el hogar, la familia, las emociones y los vínculos.
Esta luna llena marca un final, el cierre de un ciclo y de estructuras obsoletas que ya no podemos seguir sosteniendo.
Esta luna llena revela secretos y descubre misterios. Es una invitación a explorar en este año que termina y sacar conclusiones que sean aprendizaje.
A continuación, compartimos dos rituales que pueden realizar para capitalizar la poderosa energía de esta luna llena
Es una noche ideal para meditar y relajarse llenando el espíritu de esperanza por la abundancia que está por llegar. Para hacer este ritual buscá un lugar tranquilo donde puedas sentarte en actitud de meditación rodeado de incienso, hojas de laurel y una vela azul.
Escribí en un papel tus deseos para el futuro, todo aquello que quieres dejar atrás y lo que esperás encontrar por delante.
Quemá las hojas de laurel mientras visualizás la realización de tus deseos. Es el momento de hacer una oración a la Luna. Agradecé y realizá una petición. Quemá también el papel y enterrá la ceniza en una maceta.
Respirá, meditá y centrate. Hacé del lugar que te rodea un espacio propicio para concentrarte y estar en paz, en contacto con tus sentimientos más profundos. Prendé velas (si son blancas mejor) y usa alguna esencia para perfumar el ambiente (podés prender palo santo y sahumar cada rincón de la habitación).
Sentate en un lugar cómodo y prepará un cuaderno y una lapicera. Escribí una lista de intenciones. Atrevete a soñar en grande y poné allí todo lo que querés de corazón. Sí, incluso aquello que no te animás a pedir.
No te limites, nada es inalcanzable. Por grande y tan imposible que parezca, si no lo soñás te estás privando de descubrir algo maravilloso para vos y que podrías haber hecho realidad.
Mostrá gratitud. Agradece al Universo. Pensá en tus miedos y visualizate afrontándolos, sin dejar de dar las gracias por lo que recibís.
Guardá estas anotaciones para que luego puedas ver cómo convertiste tus sueños en una realidad.
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